
Mirada incómoda te hace sentir lo que sienten los otros


Género: Teatro inmersivo
Dispositivo escénico basado en una experiencia inmersiva, este ejercicio aprovecha el teatro para que la gente desarrolle empatía con la vida de una persona con discapacidades; su versión sobre Personas pequeñas abre sus recorridos este sábado 16 de noviembre
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Los boletos para Mirada incómoda son de cupo muy limitado; llegue puntual
Cuando usted piensa en personas con cualquier clase de discapacidades, ¿cómo se imagina que es su vida? Es obvio imaginarse sus muchas dificultades, pero no es lo mismo sentirlas durante unos minutos. Eso es lo que propone Mirada incómoda, dispositivo escénico inmersivo desarrollado por artistas locales de teatro, que este sábado 16 de noviembre ofrecerá nuevas oportunidades para pasar por esta experiencia en relación con cómo viven las personas pequeñas.
Los artistas Alfonso Cárcamo y Sofía Olmos son los primeros responsables de este ejercicio, que estrenaron en 2018 con el foco puesto en la vida de las personas con Síndrome Down. La idea de Mirada incómoda es que el espectador utilice lentes de video 360 y haga un recorrido por escenas diferentes intervenidas por actores, de manera que experimente de una forma cercana cómo es vivir con una discapacidad.
Este sábado 16, los artistas reponen este dispositivo escénico, pero ahora centrado en las experiencias cotidianas de personas con acondroplasia y otros trastornos que producen la condición que conocemos popularmente como enanismo.
El trabajo está centrado en la experiencia de cada persona que hace el recorrido, claro, pero la actriz Sofía Olmos admite que los integrantes del equipo que desarrolló el trabajo “no imaginábamos el impacto en el espectador”.
Mirada incómoda está montado de manera que pueda exponer las experiencias de diferentes discapacidades, y el objetivo es producir versiones que hablen sobre la vida de alguien invidente o sordo, por ejemplo. Esta vez, la adecuación al caso de las personas pequeñas “ha sido también muy lúdica en el sentido de rediseñar el dispositivo escénico, pero hubo que hacer toda la investigación hacia este tema”.
“La síntesis está siendo muy poderosa”, asegura el director Alfonso Cárcamo. “No es tanto ilustrar, sino buscar los valores, los elementos más emotivos, para que el espectador llegue a la experiencia de ser una persona pequeña durante 20 minutos. La tesis es que somos todos iguales por tanto que somos diferentes. Cómo podíamos ofrecerle al espectador valores físicos, traducir lo investigado a la experiencia participante, eso llevó tiempo”.
Y, ¿qué no hay otra opción de producir empatía hacia las personas con discapacidades, o por qué se revela tan eficiente la experiencia inmersiva? Cárcamo encuentra allí el quid de Mirada incómoda: si el público prefiere hoy la capacidad de representación del cine o las series de televisión, esta alternativa teatral “responde justamente a ese distanciamiento, para llevar al espectador a una experiencia en primera persona. Te metes en el espacio íntimo del espectador, su sensibilidad, y el aspecto sensorial conecta de inmediato con lo emotivo. La experiencia termina siendo de largo aliento”.
Producido en su primera versión con el apoyo estatal de Proyecta Producciones, Mirada incómoda llega a su versión Personas pequeñas con respaldo de la beca del programa nacional Creadores Escénicos para Sofía Olmos y coproducción con Cultura UDG.
Se presenta solo el sábado 16 de noviembre en el Conjunto Santander y cada recorrido dura 20 minutos. Llegar temprano es indispensable, y se recomienda estar al menos 10 minutos antes del horario marcado en el boleto.