Periodismo y teatro en Guadalajara

 


De Guadalajara a Ruanda: cinco jóvenes que quieren compartir su teatro

 
 
Lo básico
 

Precio: $100 general | $80 descuentos | $50 preventa (2x1 en boleto general; ver cultura.udg.mx)
 
Horarios: Domingos de junio, 13:00 horas
 
Temporada: Estreno en junio de 2019
 
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En pocas palabras

Para titularse de su escuela Inart, este grupo desarrolló desde cero el montaje Fantasmitas, que reflexiona sobre la infancia en contextos de migración; el proyecto le abrió una puerta inesperada: son los únicos mexicanos invitados este año a un festival internacional de artes en África

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Posted mayo 16, 2019 by

 
Lo que debes saber
 
 

Cinco muy jóvenes estudiantes de una escuela de teatro lograron no solo que un dramaturgo local les escribiera una obra, que su escuela apostara por su montaje como proyecto de titulación y que una de las más conocidas directoras del teatro para niños los dirigiera, sino también que un festival internacional con sede en Ruanda los invitara a presentarse. Eso está ocurriendo ahora mismo, aquí en Guadalajara: los cinco tapatíos tienen un pie en el avión al centro de África, y ahora mismo están buscando el apoyo necesario para completar el viaje.

El grupo en cuestión son los cinco alumnos de la próxima generación de egresados de la escuela Inart, que en junio de 2019 estrenarán ante el público Fantasmitas, cinco sueños regresando al sur, una obra acerca de un grupo de niños que escapan de un albergue para refugiados en la frontera de Estados Unidos y comparten la aventura del regreso.

Cómo apoyar a los Fantasmitas

El equipo de Fantasmitas tiene la mira puesta en su temporada de junio, los domingos a las 13:00 horas en el Teatro Vivian Blumenthal. Sin embargo, la siguiente meta es Kigali, Ruanda, tras ser aceptados al V Festival Internacional de Arte de Ubumuntu: allá presentarán su obra y se vincularán con otros creadores dedicados a la promoción de temas humanitarios y sobre solidaridad. La intención de este año en el encuentro africano es, precisamente, la de discutir sobre fronteras.

Los jóvenes tapatíos son los únicos mexicanos invitados hasta ahora a la cita del 11 al 14 de julio. Sin embargo, hay que financiar los viáticos, pues cada vuelo puede costar hasta 60 mil pesos por persona. Mientras el grupo gestiona fondos como Proyecta Traslados, del Gobierno estatal, y toca la guitarra en los camiones, también lanzó una campaña de fondeo en internet, en la que cualquier persona puede apoyarlos.

¿Qué pasa si no reúnen el dinero?

“Lloramos un ratito y ya, a seguirle”, se ríe Elizabeth Rivera. Pero de inmediato el grupo de teatreros subraya que, aunque la invitación para África es muy alentadora, han reflexionado con sus profesores sobre las recompensas y sinsabores del mundo profesional. Para empezar, ya habrían celebrado una temporada de funciones para su obra; para seguir, se sienten orgullosos tan solo de haber sido invitados a un festival internacional. Y hasta con eso celebran: “Sería muy triste, pero, si no nos vamos… pues vendrán más funciones y más oportunidades de viajar”.

Isamar Buenrostro, Fabián Gómez, Elizabeth Rivera, Renata Romo y Alejandra Saharith presumen entre risas cada explicación acerca de cómo llegaron hasta este punto con Fantasmitas, pero se ponen serios cuando hablan de la oportunidad de viajar al V Festival de Arte de Ubumuntu en julio. Coinciden en un verbo clave: compartir. “Es lo que más nos emociona”, explica Alejandra Saharith, “poder llevar nuestro trabajo a los niños y las niñas de allá, y conocer cómo es el teatro para niños de otros países”.

“Probablemente sí vamos a ver teatro africano”, opina Elizabeth Rivera, antes de que Fabián Gómez complete: “A mí lo que más me importa es el intercambio. Es muy padre que nuestro trabajo hable de cruzar fronteras y que el festival precisamente busca eso: que la gente comparta más allá de sus fronteras”.

Fantasmitas estará en cartelera los domingos de junio en el Teatro Vivian Blumenthal, a las 13:00 horas, con la historia de cinco niños que hacen el viaje opuesto a la mayoría de los migrantes y refugiados americanos: desde Estados Unidos rumbo el Sur. El grupo buscó durante un buen rato un texto para su montaje de titulación. Llegó el gobierno de Donald Trump y, con él, las dramáticas imágenes de los albergues para migrantes en Estados Unidos, las historias de niños encarcelados y de familias separadas, y las Caravanas migrantes que cruzaron territorio mexicano durante 2018.

Sin hallar texto, finalmente los estudiantes convencieron al profesor de Inart Oz Jiménez, que les escribió Fantasmitas. El actor, director y dramaturgo (autor de Los hombres lobo viven en mi clóset) se mantuvo atento al progreso del montaje, al grado de seguir modificando la dramaturgia para que fuera útil.

Al proyecto se sumó sin dudas la directora Susana Romo, experimentada directora de teatro para jóvenes audiencias y pionera del teatro para bebés. Y además, al tratarse de un montaje de titulación, Inart corre con parte de los gastos; por ejemplo, son estudiantes de semestres avanzados los encargados de la producción, Max Ramírez y Alondra Aréchiga. Pero además el proyecto ha conseguido respaldo de otros artistas de la ciudad, como Mane Vidrio, Abigaíl Vázquez y Andrés David.

Es un proyecto con mucha cabeza y mucho corazón. Es un tema que nos mueve: creemos que es muy pertinente y desde el principio supimos que queríamos dialogarlo con los niños y las niñas”

 

Fantasmitas, de hecho, va más allá de la sola reflexión sobre el problema de los niños migrantes: aúna reflexiones sobre educación emocional y bullying que los artistas querían ver incorporados en el montaje. “Oz dio en el clavo en el sentido de las aventuras y las historias que viven los niños. Aparte, nos hizo hasta identificarnos como compañeros: los personajes van juntos y eso es lo más valioso: el viaje no se puede concretar sin la ayuda del otro; en el camino se van haciendo amigos, como nosotros en el proceso”.

Será un espectáculo, de acuerdo con los autores, caracterizado por mucho movimiento y la vocación de hacer que los personajes crezcan: “Susana nos lo dijo así: busquemos que los niños se vuelvan valientes y que entiendan que, no por ser niños, carecen de voz, de voto o de fuerza. Los niños descubren su propia fuerza y encuentran lo que los hace especiales; cada uno de ellos va descubriendo quién es”.

¿De qué le serviría a una ciudad como Guadalajara que varios tapatíos solidarios apoyaran el viaje de Fantasmitas rumbo a Ruanda? El joven grupo afirma que no solo lo agradecerían, sino que, ya de regreso, se ocuparían de retribuir a la comunidad el apoyo recibido. “Queremos compartir lo que vivamos allá; nos emociona mucho el intercambio, porque nos enriquecería a todos”, plantea Fabián Gómez, mientras que Renata Romo completa: “La experiencia no terminará en Kigali, sino que regresaremos a buscar a los niños de aquí”.

Elizabeth Rivera añade que “faltan muchos temas que cubrir en Jalisco, no nada más la migración; a mí me encantaría hablar sobre bullying, no enfocarme nada más en un solo asunto, sino ver otros de los que necesitamos hablar aquí, donde yo vivo”. Alejandra Saharith e Isamar Buenrostro añaden que el compromiso con el tema es central: “Desde el principio de la carrera fue así: no tuvimos que ponernos de acuerdo, siempre supimos que sería teatro para niños y supimos que el tema sería migración. Eso es muy bonito, esos acuerdos que se hacen sin hablar”.

 

 

Cinco teatreros hablando de crear comunidad

Los cinco creadores de Fantasmitas dicen ser conscientes de la fortaleza que puede tener un proyecto de teatro hecho por un equipo que trabaja con vocación de superar diferencias creativas, y admiten que se sienten dueños de su montaje en un nivel que supera la pura obligación estudiantil. El diálogo que desata el tema se desarrolla más o menos como sigue:

Renata: “Eso ocurre con una labor que hacen, sí, Susana y Oz, pero sobre todo es algo que da Inart, precisamente esta idea de crear comunidad; nos lo han enseñado durante toda la carrera. Sí, el camino de colaborar con otras personas es difícil, pero hemos sabido seguir adelante”.

Saharith: “La labor de Susana fue muy importante; ella tiene muy claro cómo se hace el teatro, digamos, desde un lado luminoso, desde la unión e ir tejiendo juntos, y ha sido una influencia muy importante”.

Elizabeth: “Mentiríamos si dijéramos que era todo amistad”.

Fabián: “Al principio teníamos un montón de diferencias, pero siento que, al final, el proyecto, el interés genuino que tenemos por el teatro para niños, fue lo que nos hizo decir: aterricemos todo”.

Elizabeth: “Es bien chido trabajar con gente diferente. Para mí ha sido más enriquecedor tener diferencias marcadas, pero al mismo tiempo tener un interés y trabajar con esas diferencias. Se puede, porque va más allá de nosotros”.

Renata: “El interés por hablar con los niños ganó”.

Isamar: “Algo que nos decía mucho Susana es que hay que ser claros y sinceros con los niños: no podemos estar hablando de empatía y que acá, nosotros, no podamos hacerlo. Hemos estado trabajando mucho en eso”.

 


Iván González Vega

 
Periodista en Guadalajara, México. Estudiante de actuación. Profesor de ciencias de la comunicación y periodismo.


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